viernes, 29 de julio de 2016

Cualidades fundamentales de un buen líder


Un líder es aquel que logra aquello que se propone, y que es capaz de contagiar a un equipo para que estos contribuyan a llegar al objetivo. Para lograr serlo es necesario pasar por un proceso de aprendizaje que permita identificar las habilidades y cualidades que hay que aprender o reforzar durante este proceso. no precisamente se trata de ocupar un puesto de responsabilidad. Las actitudes como tal producen liderazgo. Estas son algunas de las cualidades que un buen líder debe poseer:

Resolución de conflictos

Día con día, el líder se encontrará con situaciones en las que debe intervenir. Por lo que es necesario tener la capacidad de análisis y toma de decisiones para solventar cualquier incidente que ocurra dentro de la empresa y esté a su alcance facilitar una pronta solución. No es cuestión de dar una simple opción, sino buscar la mejor solución que realmente logre con eficiencia brindar un desenlace favorable.

Capacidad de entendimiento

Para dar solución a algún conflicto es primordial entender lo que está pasando, no es fácil dar respuestas o atender situaciones no favorables si no se tiene el conocimiento de lo que está ocurriendo alrededor. Esta capacidad permite intuir, más que ver, observar y tener una amplia visión de diferentes escenarios y cuál es la respuesta para una situación específica que se origine dentro de la empresa.


Comunicación

Todo buen líder interactúa con su equipo de trabajo, tanto por estar al pendiente de su equipo como de la situación actual de las tareas que son designadas. La comunicación juega un papel importante en el liderazgo, pues es quien se encarga de dar instrucciones, las cuales deben ser claras y específicas. También al mantenerse en constante comunicación con su equipo, provoca que cada miembro tenga la confianza y expresarse.  

Inteligencia Emocional

Todos los días puede enfrentarse a situaciones de crisis, comentarios o críticas negativas. El buen líder debe tener control de sí mismo y no perder la cabeza ante cualquier situación que pudiera provocar sacarlo de sus casillas. No es que algunos acontecimientos no vayan a afectar, pero si es necesario poner la mejor cara y afrontarlos con carácter, decisión y sobre todo con madurez.

Proactividad

En el mundo empresarial todo es muy cambiante y el líder como buen previsor debe ir un paso adelante, tener iniciativa y hacer propuestas que inviten a la innovación. Las cosas dentro de una empresa podrán marchar bien, pero implementar nuevas acciones puede mejorarlas, Después de todo lo que debe buscarse en cualquier empresa es que los procesos y la gestión mejoren.

Cada persona tiene estas capacidades en distinta medida, un perfil y una personalidad diferente. Para llegar a ser un gran líder es necesario enfocarnos en las cualidades que si no se tienen, se deben aprender para conseguirlas, siempre esforzándose por ser cada día mejor.

viernes, 8 de julio de 2016

Ambiente de trabajo saludable



El deseo de cualquier persona es estar en un lugar de trabajo donde las relaciones interpersonales se construyen de la mejor forma. Además de que los colaboradores así lo deseen, también los directivos y gerentes esperan que se tenga un ambiente laboral saludable con la finalidad de tener mayor productividad y se facilite el alcance de objetivos.  Para que se cumpla existen varios factores que se mencionan a continuación:

Promover el respeto entre los miembros:

Es importante que entre los colaboradores exista un alto grado de respeto, para conseguirlo es necesario implementarlo como parte de la cultura organizacional, ser respetuoso no significa dejar de conversar con los demás, sino demostrar un trato cordial hacia los compañeros y personas que se relacionan entre sí. Desde un saludo, hasta evitar llamarlos por un sobrenombre o apodo.

Dejar fuera el chisme y habladurías:

Bajo ningún término es sano hablar mal de las personas, la crítica destructiva no contribuye a mejorar el ambiente de trabajo. No se pretende que todos se lleven bien, pero tampoco atacar con habladurías o decir cualquier cosa que esté fuera de lugar de otros colaboradores. Al incurrir este tipo de acciones sólo se está provocando división y un ambiente de tensión, además de dificultar varios procesos que afectan directamente a la empresa.

Permitir la crítica constructiva:

Muchas veces, a título personal nadie dirá que hay cosas que no está haciendo bien, para lo que se requiere que otras personas se lo hagan ver. No es cuestión de destrozar a esa persona con palabras negativas, sino indicarle que varias de las cosas que está haciendo tienen puntos de oportunidad , una crítica constructiva en lugar de desanimar, tiene el poder de motivar y mejorar el rendimiento de los colaboradores.

Establecer buena comunicación entre los miembros:

No sólo en el trabajo, en cualquier situación en donde se involucra la participación de las personas es prioridad la buena comunicación. La transmisión del mensaje sea el caso cual sea, debe llegar clarísimo, en áreas determinadas debe conocerse la información en un 100% para que esto no dé lugar a complicaciones o realizar alguna actividad de una manera que no es la apropiada.

Trabajar en equipo:


Trabajar de forma aislada, está comprobado que no produce los mejores resultados, también denota individualismo. El trabajo en equipo fortalece el compañerismo, a cada colaborador por individual le hace sentir que tanto lo que hace como en lo que puede apoyar es importante, cuando todo el equipo está comprometido las metas se cumplen y se realiza un trabajo con excelencia.

Es de saber que no se tendrá al 100% un ambiente como el que se planea o espera de la noche a la mañana, sin embargo hay que hacer el esfuerzo para que día con día este mejore, representa tranquilidad para los colaboradores, un lugar agradable y para la empresa es conveniente este ambiente porque los resultados que obtendrá con base a la conducta de sus colaboradores pueden ser muy buenos.