viernes, 11 de noviembre de 2016

¿Cómo lograr tus objetivos profesionales?



Para tomar la dirección y liderar una empresa, es fundamental empezar por los objetivos personales, focalizarse en aquello que se quiere conseguir y que da sentido a nuestra vida. No es fácil, pero debe hacerse énfasis en la gestión del tiempo, cuidar las relaciones con los demás (personales, familiares y profesionales) y sobre todo tomarse un tiempo para reflexionar, leer, estudiar, efectuar actividades físicas, entre otras. Todo esto nos lleva a fijar normas para trazarnos objetivos profesionales.

¿Es importante trazarse objetivos?

Establecer objetivos en nuestra carrera profesional es necesario, porque esto permite definir prioridades, nos hace más proactivos, medir el progreso que se tiene, tener un avance en relación al crecimiento personal, motivación para afrontar desafíos, además de desarrollar la creatividad y elevar el nivel de concentración.

Obtener los resultados que esperamos, definitivamente no es fácil, pero es importante que todos esos planes no se queden sólo en excusas por diferentes situaciones que no han sido favorables para lograrlo.

¿Por qué no conseguimos los objetivos que nos trazamos?

La principal razón es porque no se quiere abandonar una zona de confort, existe un miedo a realizar acciones diferentes. Si las cosas se están haciendo bien, es posible mejorar. Otra causa de no conseguir lo que nos proponemos es el miedo al fracaso, dudar si lo que estamos haciendo está bien o no.

Estas son algunas acciones que se pueden llevar a cabo para alcanzar estos objetivos.

Decisión: Se debe tener claro ¿qué es lo que se quiere lograr? para encaminar las acciones todo lo que pueda acercarnos hacia nuestros objetivos. Teniendo definido eso que queremos es cuestión de ponernos a trabajar y esforzarnos para cumplir con lo que nos hemos propuesto.

Compromiso: Para que esos objetivos se cumplan debemos hacer un compromiso total, con la disposición de sacrificar varias cosas para obtener los resultados que esperamos, se deben fijar las prioridades y evitar aquellos distractores que hagan más distantes nuestros objetivos.

Dedicación: Todo objetivo requiere un trabajo diario, cada avance se logra únicamente si se centran esfuerzos en eso. La disciplina es fundamental, debemos enfocarnos en las actividades que producen resultados positivos y que nos hacen dar pasos hacia el objetivo que en un inicio nos planteamos.

Mejora diaria: Todos los días podemos hacer algo. Por muy pequeño que sea, contribuye a la consecución de nuestros objetivos, y día con día medir nuestro avance para saber a qué escala estamos logrando llegar hacia donde queremos, o bien, si es necesario realizar cambios porque lo que se está haciendo no da los resultados que necesitamos.

Tiempo: Este es la suma de los dos anteriores, las acciones diarias más los avances conseguidos provocan que el objetivo trazado se alcance en el tiempo que hemos establecido para alcanzarlo, o si algo se está haciendo de forma que afecte la consecución de los objetivos.