miércoles, 3 de mayo de 2017

Mejora tu inteligencia emocional



Conforme pasa el tiempo se requiere que los líderes desarrollen nuevas habilidades, una que es muy importante es la inteligencia emocional. Pero ¿a qué se refiere este término? Según Wikipedia, la inteligencia emocional consiste en una serie de actividades que son útiles para apreciar y expresar de manera justa las emociones propias y las de otros individuos, para emplear la sensibilidad a fin de motivarse, planificar y manejar de manera adecuada la propia vida. A continuación compartimos contigo algunas claves que te serán útiles:

Identificar y manejar tus emociones adecuadamente.

Es de mucha importancia reconocer cuál es la emoción que predomina en momentos determinados, principalmente si te sientes mal. Puede ocurrir que alguna situación te haya provocado un enfado o tengas cierto nivel de ansiedad. El primer paso es tener claro que al sentir algunas de estas emociones no obtendrás los resultados que buscas, en tal caso lo mejor es esperar si debes tomar alguna decisión.

Recepción de Feedback

Esto es imprescindible, no es conveniente hacer una autoevaluación de nuestro nivel de inteligencia emocional. Existe la posibilidad de que creas que eres mejor que otros, o el caso contrario. Resulta favorable que un tercero pueda proporcionar una visión diferente, es importante que quien emite esta opinión sea imparcial al momento de la retroalimentación.

Busca entender la causa de las emociones.

Invierte algunos minutos en comprender la causa de tus propias emociones y las ajenas. Esta práctica permite entender por qué las personas actúan de una forma específica y contribuye a no formar juicios prematuros. También, al momento de brindarle ayuda a una persona te dará un panorama más amplio, pues ya conoces qué causa determinadas emociones y puede surgir una forma apropiada de ayudarle.

Valora y reconoce lo bueno de los demás.

No es fácil, porque muchas veces es más sencillo criticar o buscar errores que observar las virtudes que poseen los demás. Esto te hará crecer como individuo y formará parte de tu vida. Las personas que están en tu entorno y con las que regularmente te relacionas pueden tener diferentes defectos, pero también tienen virtudes, las cuales debes valorar.

Haz un esfuerzo por eliminar lo negativo.

Los pensamientos y sentimientos negativos, no permiten que estés en un ambiente saludable. Sólo causan ira y tristeza, además de estancarte. De cada situación negativa, busca encontrar un aspecto positivo. Aunque todo parezca cuesta arriba, mantener una buena actitud te permitirá manejarlo de forma adecuada y salir avante.

Todas estas prácticas son mejorables, al transcurrir el tiempo podrás controlar tus emociones de una forma más eficiente, lo que te permitirá tomar decisiones más acertadas, ya sea en tu vida personal o laboral.

viernes, 21 de abril de 2017



Captar nuevos clientes siempre es un indicador éxito para las empresas y a la vez una de las diferentes formas con las que las organizaciones generan ingresos pero muchas veces por enfocarse en nuevos clientes, se tiende a descuidar a los que ya forman parte de una cartera lo cual se traduce en un problema en el mediano plazo. No se trata de restarle importancia a los clientes nuevos sino que se debe generar un balance y centrar esfuerzos en las dos vías, generar clientes nuevos y en retener a los que ya cuentan como clientes. A continuación vamos a hacer mención sobre algunos principios que son vitales.

Empatiza en lugar de vender.

Mostrar interés en los clientes es imprescindible para ganar su confianza, no es conveniente agobiarles con presentar los productos, sino brindarles una buena atención. Vender va a generar utilidades, pero las ventas pueden darse de manera indirecta al demostrarle al cliente que nos preocupamos por darle un buen servicio,  lo cual genera una conexión que va más allá de la necesidad de un producto y se convierte en un vínculo emocional.

Crea una estrategia enfocada en el cliente.

No sólo el equipo de ventas o atención al cliente es responsable de velar por la satisfacción de los clientes. Cada una de las personas que trate con él, sin importar su área, debe conocer el impacto que tiene darle una gran experiencia con respecto a la empresa. Pueden ocasionarse problemas si se desconoce la medida en la que puede afectarse la experiencia del cliente, por lo contrario puede resultar agradable y algo de lo que va a hablar.

Mantén un equipo de trabajo motivado.

Si te preocupas porque tus clientes estén siempre satisfechos, date a la tarea de cuidar también a tu equipo. No es una acción que esté controlada del todo, pero existen diversas formas en las que puedes ayudar al estado de ánimo del grupo. No necesariamente deben ser incentivos económicos, sino hacerles sentir parte importante y que gracias a ellos y a sus esfuerzos se consiguen los objetivos que a su área corresponden.

Brinda beneficios en precios.

Dar beneficios como adquirir productos a precios especiales, es una buena forma de fidelizarlos. Incluso puede hacerse aún mejor, otorgando un certificado o una tarjeta para que esta acción tenga mayor significado. ¿Cuándo hacerlo? si se dispone de información como fecha de cumpleaños, o si observamos que el cliente lleva cierto tiempo como usuario es posible tener una atención comercial, enviando una felicitación o realizar un regalo.  

Convierte un error en una oportunidad.


Todas las empresas buscan que las acciones que realicen sean con excelencia, aunque siempre existe la posibilidad de cometer errores. No debe darse por perdida la relación con un cliente que posiblemente su experiencia no haya resultado agradable, es una gran oportunidad para demostrar el compromiso que tiene la empresa para con él y recuperar la relación que se había visto afectada con anterioridad.

viernes, 10 de marzo de 2017

Tips para dirigir una reunión de trabajo



Las reuniones en el trabajo entre miembros de la empresa pueden ser muy productivas o resultar una pérdida de tiempo. Esto depende de la organización y el nivel de motivación de los asistentes. Convocar a determinados equipos para discutir diferentes aspectos es necesario para mantener a flote la operación y sacar lo mejor de cada uno de los colaboradores. Si eres quien preside la reunión, los siguientes consejos te serán de gran utilidad y conseguir que esta sea exitosa.

Plantea metas concretas.

La principal razón de convocar a una reunión es discutir decisiones a tomar para decidir cuáles son los pasos que deben darse según el tema expuesto. Expresa tu opinión respecto a los temas que ya evaluaste y pon en la mesa la necesidad de implementar procedimientos que ayuden a potenciar la estrategia, no debe ser un monólogo, después de explicar ciertos puntos es vital la participación de los asistentes para alcanzar un fin común y tomar la mejor decisión.

Planifica una agenda.

Define cada punto a tratar para asegurarte que todo lo que se diga en la reunión sea comprendido para que posteriormente las acciones estén enfocadas a los objetivos. Ordena cada tema de forma cronológica. Ordenar por prioridades cada uno de los puntos a tratar es clave para cumplir con cada uno de los objetivos presentados.

Define el tiempo.

Para captar la atención de los presentes es necesario que la reunión no sea extensa, parte de organizar una agenda implica definir tiempos para tratar cada tema. Lo conveniente es que una reunión no dure más de una hora, si el tiempo es mayor, es posible que las personas convocadas se distraigan, o se desesperen ya que tienen tareas diarias que atender, lo cual hace que que la reunión no cumpla con su propósito, pues se espera que ésta sea lo más productiva posible.

Alista el material con antelación.

La presentación, o recursos a utilizar deben estar listos al menos un día antes de la fecha pautada para realizar la reunión, repasa esta información con el fin de brindar datos precisos y si se debe corregir algún aspecto que se realice sin atrasas evitando así surjan imprevistos previo a reunirte con las personas convocadas. Todos los aspectos antes mencionados son importantes, pero este es uno al que hay que prestar mucha atención.

Convoca con antelación.

Tomando en cuenta que las personas que se requieren en una reunión tienen otras ocupaciones y posiblemente otras reuniones, para no pasarla por alto es conveniente que la convocatoria se haga con un margen de siete días antes. Esto hace que las personas ya tengan ideas en mente y sea más fácil buscar una solución a los problemas planteados. Además de enviar un recordatorio tres días después de enviar la convocatoria y un día antes de efectuarse la reunión.

Delega la minuta

Es viable nombrar un encargado de la minuta, que vaya tomando apuntes sobre los puntos tratados y los acuerdos a los que se han llegado para dar solución a los planteamientos. Quien organiza la reunión puede revisar la minuta mientras se desarrolla la reunión para cerciorarse que se tocaron los aspectos previstos y no quede ninguno sin exponerse.

Entrega información antes de la reunión.

Es conveniente que cada uno de los asistentes cuente con soporte físico o digital, relacionado a la reunión. Como plazo mínimo debe estimarse un día o dos para la entrega de esta documentación.

Elabora un informe y presenta resultados.

Al finalizar la reunión, todos los presentes deben conocer las conclusiones a las que se han llegado, los procedimientos a realizar y quiénes son los responsables de actividades específicas, además de hacerlo de manera verbal es conveniente entregar un documento en el que esté plasmada esta información, de manera escrita y digital.

En teoría la organización de reuniones de trabajo debe ser algo normal, sin embargo no organizarla de la forma correcta puede provocar que al final no se obtengan los resultados que se buscan, y esto puede significar dificultades que pueden evitarse con una planeación adecuada.

viernes, 3 de febrero de 2017

Beneficios de estudiar en el extranjero



Para muchos representa un sueño, a su vez también brinda una experiencia única, pues implica conocer nuevas costumbres, tratar con gente diferente y regirte a distintos hábitos. Además, si en ese país hablan un idioma distinto al propio, es posible que la persona que estudiará en el extranjero tenga que aprender o perfeccionarlo.  A todo lo anterior también se le suma, la oportunidad de obtener un trabajo o continuar con una especialización. Hoy queremos hablar sobre varios aspectos que pueden ayudar para tomar esta decisión.

Conocer otras culturas:

La cultura de un país no está basada solamente en la música o comida, sino por la forma de pensar y actuar de sus pobladores. Si decides estudiar por varios meses o años en el extranjero vas a interactuar con estas personas y verdaderamente conocerás y entenderás su forma de pensar y actuar. Además de esto, es seguro que hará que expandas tu círculo de amigos.   

Adaptabilidad:

En una empresa no eliges con quien trabajar, lo mismo ocurre al estudiar en el extranjero. Convivirás con personas muy diferentes a ti, tanto profesores como compañeros, fueron criados de una forma diferente. Es cierto que unas personas se adaptan mejor que otras, esta es una competencia que interesa mucho a las empresas, personas que fácilmente se adapten a los cambios.

Continuar con una especialidad:

El sueño no termina ahí, habiendo cursado una carrera universitaria en el extranjero, existe la posibilidad de continuar con un postgrado en la misma universidad o bien en el mismo país. Al tener la acreditación en el lugar donde estudiaste habrá que realizar menos trámites y podrás elegir entre diversas opciones que posiblemente en tu país de origen aún no están disponibles.

Idiomas:

No sólo te permitirá enriquecer tus conocimientos, sabiendo que en la actualidad muchas empresas buscan que sus colaboradores puedan interactuar con personas que dominen idiomas específicos, cada vez son mayores los casos en los que se requiere que las personas que laboran en una determinada organización dominen al menos dos o tres idiomas. Quizá si tienes conocimiento básico de ese idioma, es la oportunidad de perfeccionarlo.

Mejor gestión del tiempo:

Estudiar en el extranjero no resulta fácil, necesitas organizar tu tiempo, para trabajos en grupo, lecturas, investigaciones, entre otras. Seguramente también querrás viajar y conocer muchos lugares del país donde te encuentras, por lo cual tendrás que buscar ser organizado y cumplir con aquello que la carrera demande . Tomando en cuenta también que el esfuerzo económico es mayor.

Estudiar en el extranjero te cambia muchas ideas y conceptos. Te da una perspectiva diferente y más amplia. Si tienes la oportunidad, toma el reto.

viernes, 13 de enero de 2017

¿Qué componentes tiene la cultura organizacional?



Básicamente al hablar sobre cultura organizacional se hace referencia al conjunto de actitudes, experiencias, creencias y valores que se practican en el entorno laboral. Hoy queremos enlistar una serie de los componentes principales y explicar a qué corresponde cada uno de éstos.

Valores:

Son los principios y fundamentos que determinan la conducta de los colaboradores de una empresa, la cual se basa en aspectos como: el trato entre miembros del equipo, modelos de atención al cliente, procedimientos con proveedores. Es un estilo de vida que la empresa adopta con la cual deben identificarse los colaboradores y con el que la empresa quiere mostrarse ante sus clientes.

Visión:

Aquí se define el rumbo al cual se quiere perfilar la empresa a largo plazo, la cual debe materializarse a través de acciones específicas. Deben considerarse aspectos como las nuevas tecnologías, las necesidades, superar las expectativas y condiciones de cambio que se dan en el mercado, sin importar el giro del negocio. Dicho de otra forma la visión define la situación futura de la empresa, hacia dónde quiere llegar.

Misión:

Esta es la razón de existencia de la empresa, el propósito por el cual se ha creado, define aspectos como, qué pretende cumplir en el entorno donde actúa, qué pretende hacer y para quién lo va a hacer. Es la actividad principal de la empresa, su papel en el mercado donde opera, se completa esta definición con la ventaja de competitividad y al público al cuál se dirige.

Código de conducta:

Normas:

Cada empresa establece una serie de normas sobre el comportamiento, acciones que pueden realizarse y otras que deben evitarse, lo que se busca es mantener un estándar para factores como trato, atención al cliente, vestimenta, seguridad dentro del edificio, entrega y recepción de documentos, entre otras. Se crean con el fin de prevenir inconvenientes y garantizar estabilidad y seguridad para la empresa y colaboradores.

Sanciones:

Como resultado del incumplimiento de una norma, debe existir una sanción que puede ir desde una llamada de atención verbal, un apercibimiento escrito, una suspensión o incluso el despido. El objetivo de las sanciones es corregir aquellas conductas inapropiadas, que afectan a la empresa y pueden dividir el equipo de trabajo. Las faltas sin sanciones permean la cultura que se desea implementar y pasa por alto los valores de la empresa.

Lenguaje y estilos de comunicación:

Cada organización tiene una forma particular de transmitir información y comunicarse, en muchas empresas se adoptan palabras, frases o dichos como propios, además de utilizar la comunicación no verbal, a través de gestos que en su mayoría todos han de conocer e interpretar alguna instrucción dada de esta forma.

Toda empresa lo quiera o no posee una cultura, quizá no se cuente con todos los componentes mencionados en este artículo pero esta existe porque la conducta humana lleva a generar una cultura o integrarse a una. Es de suma importancia que el liderazgo de la empresa haga énfasis en la cultura que desea que prevalezca en la organización.